domingo, 7 de septiembre de 2014

¡Nuevo blog!

¡Buenas queridos lectores! Ahora me encuentro en mi nuevo blog, www.anamellaman.blogspot.com , espero que nos mantengamos juntos, ¡Un saludo!

domingo, 7 de octubre de 2012

Introducción.


[Introducción]
Entonces fue cuándo sucedió.Me cogió suavemente de la cintura y posó sus finos labios sobre los mios. Me besó. Sentí una gran corriente eléctrica por todo mi cuerpo. Y ahí fue cuándo desperté. Siempre me sucedía lo mismo. Todas las noches desde hacía ya seis meses. Siempre soñaba con el mismo chico rubio,ojos azulados y el mismo prado verde, inmaculado,repleto de amapolas gigantes que nos llegaban hasta la cintura…Pero lo más extraño para mí fue que nunca lo había visto en persona,no sabía su nombre, ni si quiera sabía si aquel chico que tanto anhelaba existía de verdad. Lo único que sabía que existia realmente era aquel prado,cercano a mi casa. Llevaba sin visitarlo años.¿Por qué no visitarlo ahora? Me desperté de la cama y me puse lo primero que pillé. Me acerqué al porche y cogí la bicicleta de mi hermano. La mía estaba rota, la última vez que la había cogido no había acabado con muy bien pie...me estampé contra un árbol en una pequeña rotonda y me disloqué el brazo. En el fondo tenía su gracia.Bueno,a lo que íbamos...Cogí la bicicleta y me subí en ella. Pedalee lo más rápido que pude y en escasos tres minutos estaba allí plantada, en aquel prado verde y solitario. Al que de pequeña tanto me había gustado ir,pero que por causas que ahora no recuerdo,había dejado de visitar. Era un día muy caluroso de verano, harían unos treinta y dos grados y supongo que a la sombra no harían muchos menos.Dejé la bicicleta a un lado y me senté entre las grandes amapolas,que,sentada,me cubrían hasta la cabeza. Me tumbé tranquilamente y me puse unas gafas de sol de aviador. De repente escuché un ruido a lo lejos. Ahora más cerca. Me levanté sobresaltada y miré a mi alrededor. Nadie. Comencé a escucharlo otra vez. Algo así cómo cuándo pisas algo crujiente,paja,pensé. Dejó de sonar a mi lado. Me giré y entonces fue cuándo lo vi. Aquel chico con el que tanto había soñado. Me acercó la mano a la cara para acariciarme. Oscuridad. Eso es lo único que recuerdo.